Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, causan trastornos cognitivos. La dieta mediterránea, gracias a su alto contenido en alimentos antioxidantes y antiinflamatorios, es beneficiosa para prevenir los riesgos de este tipo de enfermedades.
Forman
parte de este grupo de enfermedades el Alzheimer, Esclerosis
múltiple, Parkinson y Atrofia muscular. Se caracterizan por una
serie de trastornos cognitivos en el equilibrio, movimiento, habla,
memoria, respiración y funciones de corazón. Estos desórdenes
cognitivos se deben a un aumento en los procesos de muerte celular,
reduciendo el número de neuronas y generando cambios de conducta.
A
la hora de frenar la aparición de enfermedades neurodegenerativas la
dieta mediterránea juega un papel muy importante ya que contiene
antioxidantes de las frutas y las verduras (Vitamina C, E, Selenio) y
ácidos omega 3 (DHA) del pescado azul que ayudan a prevenirlas. Todo
ello acompañado de aceite de oliva, cereales, legumbres, semillas y
aceites de semillas, frutos secos y huevos. Evitando las grasas
saturadas (embutidos, bollería, frituras, carne roja) y el estrés,
y potenciando el ejercicio físico a diario.
Recientemente,
se ha publicado “Cocina para tu mente” un libro ideal para
proteger la salud del cerebro. Este libro es fruto del trabajo de la
científica Perla Kaliman y el cocinero Miguel Aguilar, donde se
aplican a diario los conocimientos científicos a través de la
comida para asegurar una alimentación neuroprotectora. A
continuación, un resumen de los alimentos más adecuadas para
prevenir los riesgos de las enfermedades neurodegenerativas, basado
en estudios científicos.
En
la tabla podemos observar alimentos de temporada como la granada,
boniato, uvas, remolacha y crucíferas (coles, brócoli, coliflor,
coles de Bruselas, rúcula, berro de agua). No olvidar las algas en
las comidas aunque no estén representadas anteriormente.
Especial
atención con las crucíferas aquellas personas que tengan problemas
de tiroides por su contenido en Iodo.
Este
invierno podemos comer boniato (batata) , en en vez de la patata
tradicional, por su rico contenido en vitamina A, C y E. Enriquecer
los platos con jengibre y cúrcuma y acompañar algún postre con té
verde.
Consumir
con moderación el chocolate negro, un cuadradito o dos los días que
se coma, para evitar excesos y no crear dependencia.
La
soja es una leguminosa caracterizada por su contenido en proteínas,
vitaminas y minerales, sustitutiva de la carne y/o pescado. A partir
de ella se pueden elaborar otros alimentos como el tofu, seitán,
tempeh, miso, tamari, shoyu y yogur de soja.
Se
recomienda comer las uvas negras con la piel para no perder sus
nutrientes. Una copa de vino tinto a diario es cardiosaludable.
Recuerda: es una bebida alcohólica, tenemos que hacer un consumo
moderado. Podemos sustituir el vino por un zumo natural de uvas
negras.
Todos
estos alimentos los podemos introducir a diario en nuestras comidas
en forma de zumos, licuados, puddings, sopas, ensaladas, hummus, etc.
Podréis encontrar una amplia variedad de recetas y conocimientos
científicos para llevar a cabo una dieta neuroprotectora en el libro
comentado “Cocina para tu mente”.
En
resumen, la dieta mediterránea nos asegura un amplio abanico de
factores neuroprotectores para el cerebro, preserva la salud
cardiovascular y metabólica.
Judit
Comalada Puigdevall
Dietista Nutricionista
ISEP Clínic Girona
Dietista Nutricionista
ISEP Clínic Girona
http://blog.isepclinic.es